Seguro viste alguna vez una película de ninjas, completaste un sudoku en una revista, o comiste sushi, aunque puede ser que no te haya gustado.
Lo cierto es que tanto ninja, sudoku y sushi son palabras que proceden del japonés y que el idioma español adoptó.
No son las únicas. Según un reciente recuento de la Fundación del Español Urgente (Fundeu), el Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia Española (RAE) cuenta con 59 palabras de origen nipón.
Otras investigaciones sostienen que el español tiene 92 japonesismos, como se denomina a este conjunto de palabras.
Y si ponemos la lupa en América Latina, específicamente en Perú, donde existe una gran comunidad de descendientes de japoneses, las palabras son más de 100.
Sin embargo, la influencia del japonés en el idioma español «no se puede comparar con otra lengua, como el inglés o al francés», dice Rafael Fernández Mata, profesor de español de la Universidad de Córdoba, España, y autor de diferentes estudios sobre el japonés en el español.
Según su investigación hay palabras japonesas que ingresaron a la lengua española que datan del siglo XVI. Las primeras fueron catana y bonzo.
Catana en español puede ser un arma blanca, un sable, y en Cuba también un auto viejo y destartalado. Su origen es la palabra japonesa katana que es espada.
Y bonzo tiene su origen en la palabra japonesa bonsa, que es un monje budista.
De ahí también surge la expresión «a lo bonzo» que significa rociarse de líquido inflamable y prenderse fuego en público en acción de protesta o solidaridad en referencia a los primeros monjes que llevaron a cabo esos actos en la década de 1960.
Pero hay otras palabras incorporadas al idioma español que tal vez ni siquiera sepas que tienen origen japonés. Aquí te dejamos algunas.
- Biombo
Por si no lo conoces, se trata de una mampara compuesta de varios bastidores, que se cierra, abre y despliega. Se suele usar para separar ambientes.
La palabra viene de la japonesa byómbu, una variante de byób;byó significa protección y bu, viento. - Emoji
Esta es una de las palabras de origen japonés recientemente incorporada al Diccionario de la Lengua Española de la RAE.
En japonés e significa dibujo y moji es caracter, signo de escritura.
Su definición dice que es una pequeña imagen o icono digital que se usa en las comunicaciones electrónicas para representar una emoción, un objeto, una idea.
Y no hay que confundir con emoticono, palabra que viene del inglés y que refiere a los símbolos formados por signos del teclado, que representa una expresión facial en los mensajes electrónicos. - Futón
Se trata de una colchoneta de algodón que sirve como asiento o cama, típica de Japón. Surge de la misma palabra en japonés futon. - Karaoke
El karaoke puede ser la actividad de interpretar una canción sobre un fondo musical grabado, mientras se sigue la letra que aparece en una pantalla; el equipo técnico compuesto por amplificador de sonido, micrófono, etc., que se usa para el karaoke; o el local público con instalaciones para el karaoke.
Cualquiera de las tres surge de la palabra japonesa karaoke: kara significa vacío y oke es un acortamiento de ōkesutora que es orquesta. - Soja
En salsa, en leche, en queso, etc., numerosos alimentos están hechos a base de soja que es el fruto muy nutritivo de la planta leguminosa procedente de Asia que lleva el mismo nombre.
Surge del japonés shoyu y según la investigación de Fernández Mata, es el japonesismo más usado en el idioma español. - Tsunami
En los últimos 20 años hubo dos grandes catástrofes naturales que dejaron cientos de miles de muertos. Nos referimos al tsunami en el océano Índico en 2004 y en Japón en 2011.
Se trata de la ola gigantesca producida por un maremoto o una erupción volcánica en el fondo del mar. Esas tragedias empezaron a llamarse mundialmente como el vocablo japonés tsunami.
Si bien no es una palabra nueva, «con el tsunami de 2004 y luego en 2011 se observa que aumentó el número de veces que se utiliza», detalla Fernández Mata.
Junto a soja, tsunami es la palabra de origen japonés más usada en el idioma español.
Cabe aclarar que la escritura del idioma japonés no cuenta con un alfabeto como el español, sino que tiene silabarios. Sin embargo, los sonidos del japonés son muy parecidos a los del español.
«El japonés tiene cinco vocales como nosotros y a lo mejor el sonido ts que es una t y una s, o la r pueden tener algún tipo de diferencias», señala Fernández Mata que es ayudante doctor del departamento de Ciencias del Lenguaje de la Universidad de Córdoba.
Más japonesismos
En el idioma español predominan los japonesismos relacionados a las artes marciales y el deporte como ninja, samurái, yudo, sumo, kárate, aikido, por nombrar algunos.
También en la gastronomía como sushi, sake, ajinomoto (condimento), surimi (pasta hecha a base de carne de pescados blancos), tempura (verduras o pescados fritos, previamente rebozados en harina) o tofu, recoge el Diccionario de la Lengua Española de la RAE.
Y luego hay términos relacionados a la vestimenta y las tradiciones como quimono, geisha, bonsái y origami.
«El gran número de palabras empezó a entrar (en el idioma español) en la segunda mitad del XIX, e inicios del XX, cuando inició la Restauración Meiji en Japón en 1868», detalla Fernández Mata.
Se trata del reinado del emperador japonés Meiji Tennō (1868-1912), en el cual el país comenzó un período de modernización y occidentalización.
«Y más tarde en la década del 1980 hasta el primer decenio de los 2000 se observa que hay bastante movimiento de las palabras relacionadas a la tecnología y a la alimentación», afirma